Por qué el establecimiento de límites es el núcleo de mi trabajo de EDS

Es fundamental que comprendamos el papel indispensable de la comunicación en la autodefensa.

3 actividades para enseñar los límites

Tras nuestro estreno de Mujeres Fuertes el mes pasado en San José (Costa Rica), uno de los asistentes se me acercó para felicitarme y lanzarme alguna queja masculina bienintencionada.

Quería saber si enseñábamos otras técnicas más "serias" que los golpes básicos mostrados en el documental. "Porque ya sabes", dijo, "estos hombres salen de la nada y son muy agresivos. Un rodillazo en la ingle quizá no sea suficiente".

Los comentarios de este asistente dejaron clara la necesidad de una educación pública amplia y repetida sobre el espectro de la violencia, el potencial de la comunicación asertiva para salvar vidas y por qué el empoderamiento es tan fundamental para una autodefensa eficaz. Aunque yo estaba más interesado en saludar a los invitados que en repetir los conceptos presentados en el documental que acabábamos de ver, les expliqué que una de las razones por las que había producido el documental era aclarar algunos de los mitos y falacias sobre la prevención de la violencia y la seguridad personal que motivaron su pregunta.

Los siguientes conceptos son familiares para cualquiera que practique la ESD, pero siguen siendo extraños para el público en general:

  • En el 90% de los casos de violencia de género en todo el mundo, el agresor es alguien conocido de la víctima.

  • Más de la mitad de los casos de violencia de género son perpetrados por la pareja o ex pareja.

  • Muchas, muchas veces, el uso de la voz (ya sea gritando "no" o indicando con firmeza un límite) es suficiente para evitar o interrumpir una situación violenta.

  • No todos los agresores son hombres.

  • Los agresores no son sobrehumanos; sus ojos, narices, genitales, etc. son tan vulnerables como los de cualquier otra persona. Tampoco tienen, en general, ningún entrenamiento o habilidad especial. Estamos hablando de defensa contra personas normales.

  • Por último, la mayoría de los atacantes no salen de la nada. Lo que me lleva a ....

La entrevista

Encontré este término por primera vez en un excelente vídeo corto de la profesional de ESD Nicole Snell en su serie de YouTube Outdoor Defense. Este lento proceso de poner a prueba o erosionar los límites es un patrón común y bien documentado en la violencia perpetrada tanto por extraños como por personas conocidas de la víctima. Podríamos compararlo con procesos como el grooming o el ciclo de la violencia doméstica.

Comprender la Entrevista, junto con las realidades de la violencia enumeradas anteriormente, puede ayudarnos a apreciar el poder de las herramientas de establecimiento de límites para la autodefensa, así como a considerar que el miedo a los hombres asustadizos y violentos que "salen de la nada" no nos prepara adecuadamente para comprender el espectro de la violencia o cómo defendernos de ella.

Por eso la comunicación asertiva -herramientas para conocer, establecer y defender nuestros límites personales- es el núcleo de mis clases de EDS. Aunque las habilidades físicas que enseñamos son muy importantes, ya que permiten a las personas vivir con menos miedo y más confianza en su fuerza, son las habilidades verbales las que se convierten en una "práctica vital" (término tomado prestado del profesional de la EDS Jay O'Shea) y transforman potencialmente nuestra relación con el mundo.

Creo que es fundamental que nosotros, como profesionales de la EDS -y las personas a las que llegamos con nuestro trabajo- comprendamos estas ideas clave sobre la prevención de la violencia y el papel indispensable de la comunicación en la autodefensa.

Elijo centrarme en el establecimiento de límites y la comunicación asertiva en mis clases de EDS; creo que es una de nuestras primeras líneas de autodefensa, pero quizás aún más importante, creo que hace que nuestras vidas y relaciones sean más sanas y felices.

A continuación compartiré algunas de mis actividades favoritas para abordar el tema de los límites en el aula de EDS. La lista completa, por supuesto, es tan amplia y variada como nuestra diversa comunidad de EDS, así que por favor, ¡comparta conmigo y con otros lectores sus actividades favoritas para establecer límites en los comentarios!

3 actividades para enseñar los límites en las clases de EDS

Líneas de Stop (o Líneas Límite)

Esta popular actividad de EDS es, para mí, un ejercicio imprescindible para plasmar el establecimiento de límites (llevar el concepto al cuerpo) y entrenar una respuesta activa frente a una respuesta de congelación.

Los participantes se alinean en dos filas frente a frente, emparejados con alguien de la fila opuesta. Como a mí me gusta dirigirlo, un lado camina, luego camina rápidamente, luego corre, y a veces corre y grita (aumentando la adrenalina) hacia sus compañeros, y los que ponen el límite retroceden a su postura de autodefensa, levantando las manos y diciendo "¡No!". "¡Alto!" o una orden similar preferida cuando su compañero está lo suficientemente cerca.

Variaciones: A veces me gusta dividir el establecimiento de límites en sus componentes (lenguaje corporal, expresión facial, orden verbal) antes de unirlo todo para demostrar la idea de integración. Lo que digo, lo que hago con mi cuerpo y lo que digo con mi cara envían el mismo mensaje: Stop. En todas sus variantes, las líneas Stop ofrecen un enfoque basado en el juego para trabajar con los límites en un estado ligeramente adrenalítico, actuando con el cuerpo y la voz para defender el propio espacio.

El simple no

"No" es una frase completa que no requiere ni disculpas ni explicaciones. La actividad "no simple" anima a los participantes a practicar un "no" sin: excusa, disculpa, negociación, sonrisa o risa nerviosa.

Trabajando en parejas, o en una ronda para grupos pequeños, una persona "invita" a la otra a hacer algo (por ejemplo, ir a tomar algo), o le pide un favor (por ejemplo, pedir dinero prestado), y la otra mantiene su límite con afirmaciones breves y directas ("No", "Ya he dicho que no", "Porque no quiero") hasta que su pareja acepta el "no". A menudo recuerdo a mis participantes que, por supuesto, podemos disculparnos o dar explicaciones si queremos, pero el adorno es una elección, no una obligación.

Consejos: Con el tiempo, me he sentido más cómoda haciendo una pausa en la actividad cuando alguien tiene problemas con su "no", preguntando al que pone el límite o al que lo pide qué es lo que no funciona y qué tiene que pasar para que el límite sea serio. También me gusta iniciar esta actividad con una conversación sobre por qué es tan difícil decir "no". Nueve de cada diez veces, los participantes tienen todas las respuestas, y podemos elaborar juntos un análisis social.

Gritos

Con la repetición, es fácil olvidar lo poderosas que pueden ser algunas de las actividades más sencillas, como gritar "¡No!" Sin embargo, ninguna de mis clases de EDS estaría completa sin ella.

Hay docenas de maneras de hacer que la gente se sienta cómoda utilizando su voz. A mí me suele gustar empezar con un calentamiento utilizando la respiración y la voz. Simplificando, se trata de inhalar para levantar los brazos y exhalar con un sonoro "¡Ja!", balanceando la parte superior del cuerpo hacia abajo y los brazos hacia atrás para expulsar el aire del vientre.

A continuación, mi actividad favorita para gritar consiste en emparejar a los participantes e invitarles a mantener una "discusión" utilizando únicamente la palabra "ja". Hago una demostración de cómo escalar lentamente la situación, elevando la voz un poco más en cada ronda hasta que ambas personas están gritando a todo volumen, y luego volviendo a bajar el volumen poco a poco. Lo absurdo del argumento "¡ja!" (también puede ser "¡Wa!" o un color, o cualquier palabra al azar) ayuda a rebajar la tensión que pueden generar los gritos, y suele conseguir que la gente se ría incluso cuando se siente más cómoda gritando.

A continuación, utilizamos la misma dinámica, pero cambiamos a "¡No!". Desafío a los participantes a que hagan tanto ruido con su "¡No!" como lo acaban de hacer con su "¡Ja!". Y si les resulta difícil, es un buen punto de partida para una conversación sobre por qué nos cuesta hacer ruido, incluso cuando estamos en peligro.

Consejos: Me gusta recordar repetidamente a mis participantes que griten desde el vientre, en lugar de desde la garganta, para proteger las cuerdas vocales y aportar más potencia y resonancia a la voz. A menudo, les invito a mantener las manos en el vientre como recordatorio táctil de que deben gritar desde el centro. Animo a los participantes a que sigan practicando también en casa, sobre todo si aún no se sienten cómodos gritando.

Por último, con todos estos ejercicios, recuerdo a los participantes que hay muchas capas. Aunque gritar o decir "no" pueda parecer sencillo, va en contra de toda una vida (o generaciones) de condicionamiento social, ¡y eso es duro!

Reflexiones finales

Para terminar, parafrasearé a uno de mis profesores de EDS (¡ojalá pudiera recordar quién fue!) sobre el tema de enseñar cosas que aún estamos, continuamente, en proceso de aprender:

No enseñamos a poner límites porque lo tengamos todo pensado; lo enseñamos porque es importante. Sabemos lo difícil que es, ¡porque nosotros también estamos trabajando en ello!

Que esto te sirva de recordatorio de que no necesitas perfeccionar tus habilidades con los límites (nunca lo harás) antes de empezar a enseñarlos. Tienes información vital que puede beneficiar a muchos... ¡así que compártela!


Autor: Toby Israel

Redactora: Samantha Waterman

Foto: Cortesía de la autora / Fotógrafa: Daniela Luján


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