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Me gano la vida a golpes. Así es como es.

Enseñanza de la autodefensa como instructor acolchado

Nota del Autor: Hola a todos aquellos que se están tomando el tiempo para leer esto. Me gustaría decir "gracias" por ser parte del movimiento conocido como Empowerment Self Defense. Soy parte de la junta directiva de la Asociación de Profesionales de ESD, así como Instructor Senior/Instructor Trainer de Impacto Seguridad Personal Los Angeles y Global.

Me pidieron que compartiera mi experiencia como el famoso "traje" contra el que la gente de la comunidad de la EDS ha tenido la oportunidad de luchar o que al menos ha visto en vídeos de formación con IMPACT LA/Global.

"Así que Michael, ¿cómo es recibir una paliza para ganarse la vida?"

En resumen, es nada menos que trabajo duro. Y punto. Acabo de terminar mi 100ª Clase Básica en Los Ángeles como instructor principal después de 23 años. Para ponerlo en perspectiva, esto no cuenta las clases en las que he estado de guardia como refuerzo, ni incluye talleres, clases de secundaria, clases avanzadas o clases fuera del estado/país. Este blog llega en un momento oportuno de reflexión, ya que alcanzaré este hito el 1 de mayo de 2022.

Instructor con traje: Los Instructores Acolchados o con Traje "llevan un equipo de protección especialmente adaptado que les mantiene seguros mientras simulan asaltos realistas en los que los alumnos practican técnicas defensivas sencillas y eficaces utilizando golpes con toda la fuerza." -Impact Personal Safety

Cuando era niño y jugaba a "los buenos contra los malos", siempre me gustaba ser el bueno que se sobreponía a todo para derrotar al malo. También me resultaba catárticamente divertido ser el malo y ver lo felices que se ponían mis amigos cuando me derrotaban. Disfrutaba dándoles esa sensación de logro. No competíamos. Nos turnábamos para ser los buenos y los malos, y todo era diversión, juego sano y unión.

No me di cuenta de lo realmente divertido que podía ser "ser" un chico malo hasta que empecé a trabajar con Impact en el verano de 1999, después de asistir a su clase de Conceptos Básicos para Hombres en enero de ese mismo año. Mi íntimo amigo y colega me presentó a Impact en la facultad donde estudiábamos, y ambos decidimos responder a la convocatoria de personas que quisieran ponerse el traje y contribuir a la causa.

Además de ayudar a las personas a ponerse en contacto con su fuerza y coraje para establecer con éxito límites y defenderse de un atacante, el papel del Instructor Acolchado parecía divertido... en una especie de coche de choque.

Una vez que me equipé con mi armadura y comencé mi viaje, me di cuenta de que la comparación con estar en un coche de choque, o un saco de boxeo móvil, era inexacta. Es mucho más que eso. Ahora, 23 años después, creo que puedo articular lo que es para mí ser el instructor acolchado que interpreta el papel de asaltante simulado.

Creo que hay tres piezas clave que contribuyen a tener éxito con el traje: el físico, la capacidad interpretativa y la emotividad.

1. Ser golpeado repetidamente es físicamente agotador.

Una persona debe estar en condiciones físicas que le permitan recibir un gran volumen de golpes a distintas intensidades, así como lidiar con los constantes vaivenes, forcejeos y desplazamientos alrededor de otro ser humano. Para que los escenarios parezcan y se sientan reales, es necesario tener un cierto nivel de fuerza física, velocidad, control corporal y resistencia para ofrecer a los alumnos la mejor "peor pelea" que puedan manejar. El objetivo es que los alumnos salgan airosos, sabiendo que han dado el 100% de sus recursos físicos, emocionales y mentales para perseverar. Desarrollar estos atributos de fuerza, velocidad y resistencia es relativamente fácil, y es importante que un instructor de acolchado los mantenga.

2. La interpretación es una parte importante.

Cuando me pongo el traje, actúo de diversas maneras que representan lo que podría ser cuando una persona se dirige a otra para causarle daño. Un componente importante es la intención de ayudar al alumno a ser mejor de lo que era la primera vez que vino a clase. Siempre pienso: "¿Qué tipo de comportamientos que provoquen ansiedad puedo presentar a este alumno en este escenario que le hagan sentir que está a punto de ser atacado?". A la hora de crear una escena improvisada, tengo que recurrir a diversas fuentes para crear personajes que consigan las reacciones o respuestas adecuadas para ayudar al alumno a controlar su estrés y aplicar las habilidades verbales o de lucha que haya aprendido hasta ese momento.

3. La emocionalidad dirige la realidad.

Esta parte es difícil de articular, porque cuando interpreto el papel del asaltante, la emoción que transmito tiene que "parecer" lo bastante creíble como para que el alumno experimente una ansiedad real y una emocionalidad elevada para aprender a gestionarla. Aunque en última instancia estén a salvo, tengo que hacerles sentir que podrían estar en peligro. Tengo que hablarles y comportarme de un modo que normalmente no haría. Y todo de un modo que les empuja a sentir miedo para superar el miedo.

Aunar el físico, la interpretación y la realidad emocional es un trabajo duro. Pero también es divertido. Tengo la oportunidad de trabajar con un equipo de personas con ideas afines en el diseño de escenarios para ayudar a las personas a ser más fuertes. Tengo que dar lo mejor de mí mismo para ofrecer a mis alumnos la experiencia de calidad que se merecen. Lo relaciono mucho con la lucha libre profesional. Una vez que te pones el casco, la actuación tiene que ser realista. La enseñanza que yo y mi equipo impartimos depende de ese sentido de la realidad.

Trabajar como instructor de acolchado es como revivir mi infancia. Disfruto viendo a la gente trabajar para convertirse en versiones más felices de sí mismos, sabiendo que por fin han podido acceder a una fuerza que siempre han tenido, pero que nunca llegaron a comprender del todo.

Para enseñar a la gente a luchar, actúo como el malo y recibo la paliza correspondiente, todo en nombre del empoderamiento de los demás.

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